Blog

La esperanza es lo primero que se conserva

No voy a centrarme a analizar la mezquindad de los tiempos que vivimos, ni siquiera voy a cebarme con las escandalosas cifras de desempleo que se han generado. Es más, lo que os quiero plantear, es que independientemente de vuestra situación laboral, podáis conectar con una nueva idea que nos vendrá muy bien a todos: la esperanza es lo primero que se conserva. Es una propuesta más interesante que esa frase derrotista muy arraigada en nuestra idiosincrasia que dice que la esperanza es lo último que se pierde. No señor@s, no: nunca se debe de perder.

 Todos los que estamos en desempleo, atravesamos por momentos de gran desmotivación, de cierta rabia, de hastío ante la falta de noticias, de frustración ante candidaturas descartadas y de perplejidad ante la vuelta de tuerca que se está produciendo en la precarización del empleo. Sé que es complicado mantener la línea ascendente o constante de la auto-motivación. Sin embargo, estoy convencido de que esta situación bien aprovechada y gestionada puede ser absolutamente trasformadora, renovadora y forjadora de un carácter  personal que nos puede cambiar la vida.

 Nuestras esperanzas deben de permanecer intactas, como las rocas del mar que solo se erosionan con el paso de un larguísimo período de tiempo. Mantener la esperanza durante meses de búsqueda diaria de empleo, nos permite mantener la creatividad que a su vez nos posibilitará renovarnos y evolucionar hacia nuestro talento, finalidad y proyecto en nuestra vida.

 El período que pasamos en el desempleo, nos permite hacer muchas lecturas sobre nosotros mism@s. Nos permite saber si habíamos escogido la senda profesional adecuada, si hemos dado lo mejor de nosotros en esa senda  profesional anterior y si tal vez, estamos en el momento de dejar esa senda y buscar un camino señalizado con un destino marcado que nos convenga mas.

 En cualquier caso, nuestra mente debería de estar renovada día a día ante la búsqueda de un nuevo puesto. No importa las veces que nos rechacen o las veces que nos ignoren. Si sabemos cual es nuestro proyecto y nuestro camino, podremos encontrarlo, no sin esfuerzo, sin creatividad y sin gran capacidad de trabajo. Por lo tanto, merece la pena dedicar tiempo a identificar que queremos hacer en la vida.

 Como decía, el profesor, José Antonio Marina, la felicidad no es más que un proyecto de vida inteligente. Creemos que la felicidad viene de serie e ignoramos el trabajo que cuesta conseguirla. Sin embargo, no debemos cesar en el empeño de buscarla porque tal vez ese empeño en conseguirla pueda ayudarnos a consolidar mejor algunas habilidades personales que nos ayuden a identificar antes que nadie ese transitorio momento de felicidad.

 En eso estamos. ¡Feliz semana de trabajo duro y esfuerzo!

 La esperanza es lo primero que se conserva

Noticias relacionadas