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Contrato a tiempo parcial, aliado contra el desempleo en Europa

Hay una tendencia en los sistemas de contratos laborales que se está consolidando en las últimas dos décadas en los países más representativos de la Unión Europea. Se trata del aumento del número de contratos a tiempo parcial en algunos de los países con los índices de productividad más altos del mundo. En países, como Holanda, esta modalidad cubre casi el 50% sobre la totalidad de los contratos laborales celebrados en el país.  Sin embargo, en España, a pesar de las grandes necesidades existentes para impulsar la conciliación de la vida familiar con la laboral, esta modalidad de contrato a tiempo parcial está lejos de consolidarse en la medida en que sería necesario.

En España la evolución de este tipo de contrato trabajo, esta teniendo un desarrollo lento. En el año 2000, la proporción de contratos a tiempo parcial sobre la totalidad era de un escaso 8%. Según datos de Eurostat, en el año 2010 se situaba en un 13%, de lo cual se deduce una buena evolución, pero nos mantenemos en los puestos medios-bajos de esta modalidad.

Bien es cierto, que España tiene menos recorrido en cuanto a medidas flexibles de fomento del empleo, excluyendo el particular uso que hacemos del contrato temporal y por obra. En parte, las reformas realizadas en entre los años 1998 y 2001 se consideraron suficientes, gracias al gran comportamiento económico y del empleo. Sin embargo, ahora en 2012,  la realidad que vivimos,  es bien distinta.

¿Cuál es el motivo por el cual los contratos a tiempo parcial tienen menos peso en nuestro mercado de trabajo?

D. Sandalio Gómez, Profesor de Derecho del trabajo en IESE, explicaba en el año 2002, el poco impacto del trabajo a tiempo parcial en los países del sur de Europa respecto a los del norte.

La menor tasa de actividad femenina en estos países, una legislación quizá menos favorable y la diferente configuración de sus economías, deben de explicar la diferencia estructural en el uso del trabajo a tiempo parcial.

Los datos que tenéis a continuación hablan por si solos. En la columna de la izquierda tenemos la evolución del porcentaje de personas trabajando a tiempo parcial desde el 2000 hasta el 2010 según Eurostat.

La mayor proporción de contratos a tiempo parcial la encontramos en países como Holanda (48,9% 2010). Por otra parte, le siguen Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Alemania y Austria que se encuentra en niveles entre el 25% y el 27%. En contraste, tenemos a Bulgaria con niveles muy bajos con 2,4% y Eslovaquia con un 3,9%. Sospechosamente los países que mas fomentan este contrato, tienen niveles muy moderados de desempleo, actualmente.

 Podemos ver que la proporción de estos contratos es superior en países con economías muy dinámicas y que tienen condiciones mucho mejores que España para salir de la crisis. En nuestro sistema se prevé una moderación salarial en los próximos años, que ya se está produciendo de hecho, en puestos de nueva creación. Tal vez sea el momento de solicitar que esa moderación salarial vaya acompañada con una racionalización en el tiempo de la jornada de trabajo. Muchos estudios aseguran que mejora la productividad en jornadas medias  o cortas.

¿Cuáles son las particularidades socioeconómicas que generan estos contratos?

Si se analizan con cuidado algunas estadísticas, se observará que en algunos países, su desarrollo económico va unido al aumento de esa modalidad de contrato, como ilustran los datos macroeconómicos de Irlanda.  Por lo pronto, sabemos que es un propulsor evidente del sector servicios y que genera empleo. El Prof. D. Sandalio Gómez, señalaba las siguientes características en el año 2002.

  1. Es destacable que el contrato a tiempo parcial tiene una impronta todavía femenina, ya que las mujeres triplican a los hombres en la elección de esta tipo de modalidad de contrato.
  2. La proporción de ocupación mayor se produce en el sector servicios.
  3. La retribución por hora para los trabajadores a tiempo parcial oscila entre el 54% y el 89% de los trabajadores a tiempo completo. Siendo los países que mejor pagan Italia y Alemania por encima del 80%. En España nos encontramos en el 57% mientras que Reino Unido, solo tiene un 50%.
  4.  La permanencia de este tipo de trabajadores suele ser inferior a cinco años, mientras que la permanencia de los empleados a jornada completa es superior a cinco, según datos de años 2002. Esta permanencia se ha reducido.

El contrato a tiempo parcial tiene muchos contras, pero sus pros no son desdeñables en absoluto. Creo que puede ser un impulso para fomentar el desarrollo personal y formación de muchas personas. Cuando una persona quiere dar un impulso a su carrera o reconvertirla, existen muchos argumentos a favor de dar el paso a desarrollar una actividad a tiempo parcial.  Reid Hoffman, fundador de Linked In, en su fantástico libro, El mejor negocio eres tú, lo explica:

Muchos contratos de media jornada o pequeños contratos son descartados por inferiores a los empleos de jornada completa, pero sin embargo son una forma excelente de desarrollar las aptitudes y relaciones que pueden ayudarte a cambiar a un amplio expectro de planes B.

Una de mis conclusiones es que en este período de crisis tan agresiva que estamos teniendo, el trabajador debería de obtener una contrapartida a lo que está sucediendo. Aparte del incremento de la inestabilidad, del incremento de impuestos, de la perdida de poder adquisitivo y del descenso en las retribuciones para nuevos puestos, debería de haber un espacio de entendimiento para nuevas jornadas y nuevos modelos de trabajos alternativos a las diez o doce horas. ¿Por qué no aprovechamos para innovar en un contexto en el que la situación no puede ser peor? ¿Qué podemos perder?

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